Por: Sandra Dueñes Monárrez.
Ciudad de México., a 15 de noviembre del 2025.- El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Gobierno (SECGOB) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), informó que desplegó un operativo inicial con 800 elementos de diversas divisiones policiales y paramédicos e instaló la Base Morelos para monitorear en tiempo real la movilización de la marcha nacional que inicio desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo con una participación de más 17 mil manifestantes.
En este sentido, el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho indicó que las dependencias capitalinas, incluyendo bomberos y protección civil, participaron activamente, y se notificó a los negocios a lo largo de la ruta de la marcha para minimizar efectos económicos, incluso la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México también estuvo presente durante el operativo, comentó el funcionario capitalino.
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Durante la marcha, aproximadamente mil personas encapuchadas ingresaron al Zócalo y derribaron las vallas del Palacio Nacional utilizando herramientas y artefactos explosivos, aseguró Vázquez Camacho.
Por ese motivo, la Secretaría de Seguridad Ciudadana respondió formando una valla humana para proteger a los manifestantes y evitar confrontaciones mayores. A pesar de las provocaciones, la policía se limitó a labores de contención, utilizando extintores para prevenir incendios.
Como resultado de los enfrentamientos, 20 personas fueron detenidas y presentadas ante el Ministerio Público, y otras 20 fueron remitidas por faltas administrativas. Se reportaron 60 policías lesionados en el lugar, de los cuales 40 necesitaron atención hospitalaria, informó Vázquez Camacho.
Por su parte, el secretario de Gobierno, César Cravioto, señaló que la marcha tenía un carácter provocador con el objetivo de causar daños a instituciones como el Palacio Nacional y la Suprema Corte por parte de líderes de la derecha y lamentaron que se recurra a la violencia en lugar de un debate pacífico.
Cravioto explicó que las vallas en Palacio Nacional buscaban prevenir confrontaciones y que su derribo obligó a tomar medidas adicionales para evitar saqueos. Reafirmó el respeto del gobierno a la manifestación pacífica y condenó a quienes fomentaron la violencia.
Por su parte, Vázquez Camacho condenó los actos violentos y subrayó que la policía actuó en estricto apego a protocolos para garantizar el derecho a manifestarse pacíficamente para garantizar la seguridad de quienes en verdad acudian a expresar su sentir.
