AMLO anuncia que no acudirá a Guatemala a la toma de posesión de Bernardo Arévalo, pero invitó al papa Francisco a venir a México.
AMLO anuncia que no acudirá a Guatemala a la toma de posesión de Bernardo Arévalo, pero invitó al papa Francisco a venir a México.

AMLO eludió hablar sobre la respuesta que le dieron ayer los familiares de víctimas de Ayotzinapa.  La invitación de AMLO al papa Francisco ocurrió horas después que Javier Milei invitara a Jorge Mario Bergoglio a regresar a Argentina.

Volcado ya a las dinámicas propias de una campaña electoral, a pesar de que se dijo sabedor de que a partir del 29 de febrero no podrá anunciar obras o acciones de su adminitración, Andrés Manuel López Obrador usó la conferencia de prensa de este viernes 12 de enero para anunciar los paquetes de reformas que buscan modificar tanto el sistema de pensiones como el funcionamiento y operación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, de manera más general, del Poder Judicial de la Federación.

También informó que el 5 de febrero, no acudirá a Querétaro. El viaje a Querétaro capital en el sexto año de gobierno de cada presidente, fue una de las costumbres desarrolladas por el Partido Revolucionario Institucional que los dos presidentes emanados de Acción Nacional adoptaron como propia para celebrar la Constitución cuyo original se redactó en aquella ciudad en 1917.

La celebración solía ser una suerte de despedida del presidente en turno, ya menguante en el ejercicio de sus atribuciones y una oportunidad para refrendar, junto con los 31 gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad de México, el pacto federal.

Hasta donde fue posible advertirlo, López Obrador usará este 5 de febrero próximo como un trampolín para desde ahí lanzar su propia campaña para sacar las dos reformas que, por lo dicho este viernes en Palacio Nacional, consumirán sus esfuerzos en los próximos meses: la del sistema de pensiones y la de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En ambos casos, hay razones para justificar la relativa urgencia de las propuestas, aunque no hay claridad sobre si López Obrador cuenta con los votos necesarios en las dos cámaras del Congreso de la Unión.

Las posibilidades son inciertas. Habrá que ver si la acelerada disolución del Partido Revolucionario Institucional, a punto de convertirse en un partido local del estado de Coahuila, aislado incluso del Partido Acción Nacional, quien ha sido su aliado en los últimos cinco años, permite que esas reformas prosperen en lo que le queda de vida a la actual legislatura.

La otra posibilidad es que sea, más bien, una manera para hacer campaña a favor de Morena y sus candidatos a los distintos cargos de elección popular a disputarse el 2 de junio de este año, sin que se señale directamente a López Obrador por violar las leyes del país en esa materia.

Lo que quedó claro en la conferencia de prensa de este viernes, en cambio, es que López Obrador eludió el tema de Ayotzinapa, a pesar de la respuesta que recibió de parte de los familiares de las víctimas de los hechos de violencia del 26 de septiembre de 2014.

Como dimos cuenta ayer en Los Ángeles Press, al mediodía del jueves los padres de familia de víctimas de Ayotzinapa ofrecieron una conferencia de prensa que, lejos de dejar bien parado al presidente sirvió para que le compararan con Enrique Peña Nieto y le acusaran de tratar de reciclar la llamada “verdad histórica” del exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam.

Quedó claro también que, aunque López Obrador hace todo lo posible por denostar el trabajo que la Compañía de Jesús hace con los familiares de las víctimas de Ayotzinapa y en materia de promoción de los derechos humanos en otras regiones del país, también está empeñado en mostrarse cercano y solícito con el papa Francisco, al que llamó «consentido» de México.

Que el papa Francisco sea el primero salido de las filas de la misma Compañía de Jesús a la que López Obrador acusa de ser “conservadora”, resulta más contradictorio cuando se considera que la invitación que López Obrador hizo hoy desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional, ocurre horas después de que Javier Milei, presidente de Argentina, hiciera pública su invitación al mismo papa, a quien denostó siempre que pudo durante la tempestuosa campaña presidencial argentina.

Milei publicó su invitación ayer jueves en la red social antes conocida como Twitter, como se puede ver inmediatamente después de este párrafo.

En otros asuntos, AMLO dijo que no acudirá a la toma de posesión de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala porque “tiene mucho trabajo”.