La franquicia de Dallas acumula ahora 29 años sin llegar a un Juego de Campeonato de la Conferencia en la postemporada.

Los Dallas Cowboys, el equipo más popular de la NFL y considerado uno de los favoritos para llegar al Super Bowl, se convirtieron el pasado fin de semana en la mayor decepción de la Ronda de Comodines de la temporada 2023 al ser eliminados por los Green Bay Packers.

Las elevadas expectativas generadas por su desempeño en la temporada regular respaldaban la condición de favoritos de Dallas para romper una sequía de 29 años sin llegar a una final de la Conferencia Nacional (NFC) que les permitiera luchar por el Trofeo Lombardi; la última vez que lo lograron fue en 1995.

A pesar de ser el equipo más valioso de la NFL, con un valor de 9,000 millones de dólares, los Cowboys terminaron como el segundo mejor equipo de la NFC con un récord de 12-5, igualando al número uno en siembra, los San Francisco 49ers, pero quedando detrás debido a un menor porcentaje de victorias contra equipos de la Conferencia.

Dallas ingresó a los playoffs como el único equipo con un récord perfecto en los ocho juegos disputados en su hogar, el AT&T Stadium, durante la temporada regular. Destacó a Dak Prescott como el mariscal de campo con el mayor número de pases de touchdown, con 36. Prescott, interceptado solo nueve veces en la temporada, lideró la ofensiva que logró más puntos entre los 32 equipos, con 509, para un promedio de 29.9 por juego, el más alto de la liga.

Estas impresionantes estadísticas intensificaron la sensación de fracaso para la franquicia más querida y odiada de la NFL, siendo la primera en la historia en ganar 12 o más partidos en tres temporadas consecutivas y no llegar a una final de conferencia en ese lapso.

Además, se convirtieron en la primera franquicia sembrada como segundo lugar, con siete seleccionados al Pro Bowl, en perder ante el clasificado número siete, posición ocupada por Green Bay, sin llamados al Pro Bowl, y que además les infligió la primera derrota de la campaña en casa.

Esta situación ha puesto en tela de juicio el proyecto que inició en 2020 con Mike McCarthy como entrenador en jefe, y que después de cuatro temporadas suma un triunfo y tres derrotas en participaciones en playoffs.

También plantea dudas sobre la capacidad de Dak Prescott, su mariscal de campo franquicia seleccionado en la cuarta ronda del Draft 2016, quien parece tambalearse en cada participación en la postemporada, acumulando dos victorias y cinco derrotas.

La gloria de la era del «Equipo de América», con 14 duelos por el título de la NFC disputados entre 1970 y 1995, de los cuales ganaron ocho y perdieron seis, que los llevó a obtener sus cinco Super Bowls, parece distante.

La ausencia de casi tres décadas del juego por el campeonato de la NFC y de la lucha por el Trofeo Lombardi amenaza con convertirse en una costumbre de fracasos para la franquicia más cara de la liga, como ya expresó Jerry Jones, su propietario, después de perder ante los Packers, manifestando su incredulidad.

Esta situación ha puesto en entredicho el proyecto que inició en 2020 con Mike McCarthy como entrenador en jefe y, después de cuatro temporadas, acumula un triunfo y tres derrotas en participaciones en los playoffs.

Asimismo, se plantean interrogantes sobre la capacidad de Dak Prescott, el mariscal de campo franquicia seleccionado en la cuarta ronda del Draft 2016, quien parece tambalearse en cada participación en la postemporada, acumulando dos victorias y cinco derrotas.

La gloria de la era del «Equipo de América», con 14 duelos por el título de la NFC disputados entre 1970 y 1995, de los cuales ganaron ocho y perdieron seis, que los llevó a obtener sus cinco Super Bowls, parece distante.

La ausencia de casi tres décadas del juego por el campeonato de la NFC y de la lucha por el Trofeo Lombardi amenaza con convertirse en una costumbre de fracasos para la franquicia más cara de la liga, como ya expresó Jerry Jones, su propietario, después de perder ante los Packers, manifestando su incredulidad.

Este revés ha generado incertidumbre en torno al futuro de los Cowboys y ha enfocado la atención en el rendimiento del equipo bajo la dirección de Mike McCarthy. La pérdida ante los Packers, ocupando estos el séptimo puesto, ha sido particularmente sorprendente y ha levantado preguntas sobre la consistencia y capacidad de adaptación del equipo en situaciones cruciales.

Además, la actuación de Dak Prescott en momentos críticos, especialmente en la postemporada, se presenta como una interrogante relevante para los seguidores y analistas del equipo. A pesar de sus destacadas actuaciones en la temporada regular, su rendimiento en playoffs ha sido menos convincente, generando debate sobre su capacidad para liderar al equipo en los momentos clave.

El proyecto de los Cowboys, que inició con expectativas elevadas, ahora enfrenta una fase de reflexión y evaluación. La presión aumenta para el cuerpo técnico y los jugadores, y se esperan decisiones estratégicas importantes en cuanto a la plantilla y las tácticas de juego para asegurar un desempeño más sólido en futuras campañas.

La franquicia, conocida por su rica historia y vasta base de seguidores, buscará superar este tropiezo y restaurar su estatus como contendiente constante en la liga. Sin embargo, con la competencia cada vez más intensa en la NFL, el camino hacia el éxito futuro requerirá un enfoque estratégico, ajustes significativos y un rendimiento excepcional en los momentos cruciales del juego.

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