Por: La Redacción.

Ciudad de México., a 5 de junio del 2024.- Australia proporcionará tratamiento protector a los atletas que compitan en las aguas del río Sena en los Juegos Olímpicos de París, y la decisión final sobre si se lanzan o no al agua corresponderá a los nadadores.

Francia se ha comprometido a limpiar el río de contaminantes lo suficiente como para poder celebrar con seguridad el maratón de nado y la parte de natación del triatlón en julio y agosto.

La alcaldesa de la ciudad inauguró el mes pasado un estanque gigante para ayudar a reducir los riesgos de contaminación del río, pero los análisis periódicos de la calidad del agua siguen revelando niveles insalubres de contaminantes tras los días de lluvia.

Anna Meares, jefa de Misión de Australia para los Juegos, dijo que confiaba en las garantías de los organizadores en materia de seguridad del agua, pero que no dictaría ninguna medida a los atletas si los análisis demostraban que el agua no era segura.

«No se trata de que intervengamos para decir ‘no los dejaremos nadar’. En última instancia, es decisión del deportista», declaró la exciclista en una rueda de prensa del Comité Olímpico Australiano (COA) sobre los Juegos de París celebrada el miércoles.

«Intenta ponerte delante de un deportista olímpico que ha entrenado toda su vida cuando tiene la oportunidad de nadar y… dile ‘no’. Eso no va a ocurrir».

La directora médica del equipo, la doctora Carolyn Broderick, dijo que el COA tenía experiencia en proteger a los atletas de posibles infecciones después de preocupaciones similares sobre las instalaciones de natación en aguas abiertas en los Juegos de Río de 2016.

«Creo que, si el Comité Organizador de París dice que es seguro nadar, no tengo graves preocupaciones», señaló.

«Desde luego, somos conscientes de que la calidad del agua difiere considerablemente en función de lo que ocurra fuera, sobre todo de las precipitaciones…Así que tenemos que prepararles para los posibles patógenos que pueda haber. Y tenemos un sistema para hacerlo», añadió.

Broderick dijo que su equipo médico aplicaría soluciones antibacterianas en los ojos y la piel de los atletas después de que hubieran estado en el agua y les ofrecería fármacos profilácticos para prevenir infecciones intestinales.