Más de 100,000 migrantes han sido trasladados desde Texas a ciudades gobernadas por demócratas, como Nueva York, Chicago, Philadelphia, Denver, Washington y Los Ángeles, según informaron los alcaldes de Nueva York y Chicago. Estas familias y solicitantes de asilo fueron enviados en autobuses por el gobernador republicano Greg Abbott, quienes han quedado desamparados en estas localidades, denunciaron los líderes municipales.

Desde abril de 2022, Texas ha implementado un programa que utiliza miles de autobuses gratuitos para evitar que los migrantes que ingresan de manera irregular se queden en el estado. Según datos recientes de la administración republicana, más de 100,000 personas han sido transportadas a ciudades bajo administración demócrata, generando tensiones y desafíos para las autoridades locales.

La frontera sur de Estados Unidos ha experimentado cifras récord de ingresos irregulares en los últimos años, superando los registros históricos de detenciones en 2022 y 2023, con más de 2.3 y 2.4 millones respectivamente. El perfil de los migrantes ha evolucionado, con un aumento significativo de llegadas procedentes de Nicaragua, Ecuador, Venezuela, Cuba y Haití, según el think tank Inter-American Dialogue.

Este traslado masivo de migrantes ha generado divisiones en el partido de Joe Biden, ya que Texas ha logrado trasladar la presión migratoria a ciudades gobernadas por demócratas. Los alcaldes afectados solicitan ayuda económica a Washington y demandan una mejor coordinación en la frontera para hacer frente a esta situación, según declaraciones de Brandon Johnson, alcalde de Chicago.

Las tensiones entre Texas y las ciudades receptoras han escalado, con quejas sobre la falta de aviso y coordinación en la llegada de autobuses. El Ayuntamiento de Nueva York ha acusado a Texas de intentar «sembrar el caos» al enviar múltiples autobuses sin previo aviso, generando conflictos que han llegado a los tribunales con demandas cruzadas entre los gobiernos municipales y las compañías de transporte.

El director ejecutivo del Centro de Estudios sobre Migración, Mario Russell, sostiene que los republicanos, incluyendo a Abbott y Ron DeSantis de Florida, han utilizado el transporte de migrantes con fines políticos, utilizando argumentos «cínicos» y «manipuladores». Sin embargo, Russell defiende que la distribución y el lugar de residencia de los migrantes recién llegados debe ser decidido por el Gobierno federal en lugar de un estado específico.