Por: Sandra Dueñes Monárrez.
Chihuahua, Chih., a 25 de febrero del 2024.- La polémica generada entorno a las corridas de toros o la Tauromaquía ha generado no solo un debate social, sino de índole político debido a la generación de leyes de protección y bienestar animal en Chihuahua.
En el estado de Chihuahua la Ley de Protección y Bienestar Animal fue publicada en noviembre del 2010. Sin embargo, aunque los esfuerzos por fomentar la participación de los sectores público y privado en la promoción de una cultura de respeto, protección, preservación de la vida, la salud y la integridad de los animales esta nunca se reglamentó, peor aún se dejaron “huecos” jurídicos que permitieron la realización de espectáculos de corridas de toros en la entidad como en muchas entidades de la república.
En México solo cuatro Estados prohíben en sus legislaciones las corridas de toros: Sonora, desde 2013; Guerrero, que modificó la ley en 2014; Coahuila, en 2015 y por último, Quintana Roo que prohibió la práctica en 2019.
Mientras que, a finales del 2023 en la Ciudad de México, la batalla legal por prohibir este espectáculo se inclinó a favor de la tauromaquia pues la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló el regreso de las corridas de toros a la Plaza México al desechar el amparo que suspendía los festejos taurinos.
Dos días después de la decisión de la SCJN, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador propuso una consulta popular como método para que los ciudadanos decidan la permanencia o prohibición de los toros en Ciudad de México.
Esta misma acción jurídica se está implementando en Chihuahua donde el diputado local por Morena, Benjamín Carrera Chávez acudió al Instituto Estatal Electoral (IEE) para presentar una solicitud a fin de que se inicie el proceso de Consulta Pública a la ciudadanía, respecto a su aprobación o desacuerdo sobre la realización de corridas de toros, novillos y/o espectáculos taurinos en el territorio del estado.
Por lo que en respuesta a la petición del legislador morenista, el Instituto Estatal Electoral (IEE) dio a conocer que desde el 16 de febrero y hasta el 7 de marzo se estará realizando la consulta Pública Estatal para conocer la opinión de los chihuahuenses sobre las Corridas de Toros para en base a los resultados se podrán llevar a cabo las reformas a la ley estatal para prohibir o nó este tipo de espectáculos.
Carrera Chávez expresó que a través de esta consulta se busca conocer la opinión ciudadana de los chihuahuenses, respecto a las “Corridas de Toros”, y el respeto a los animales, al sostener que esta práctica no debería realizarse por la crueldad animal que supone la realización de estos espectáculos.
El legislador explicó que es necesaria la consulta para conocer la opinión de los chihuahuenses, y no que sólo la exista la opinión de autoridades o de intereses económicos, sino de que la prohibición de las Corridas de Toros ha sido un tema recurrente presentado desde hace más de cuatro legislaturas del Congreso del Estado de Chihuahua.
En este sentido recordó la necesidad de la revisión integral de la Ley de Bienestar Animal Estatal ante la mesa técnica, donde se debe analizar un recuento de aquellas tradiciones que, a pesar de haber sido grandes representaciones de una época o civilización, la razón ha obligado a dejarlas de lado, como el circo romano que enfrentaba a muerte no solo a gladiadores sino a mujeres.
Es decir, la propuesta busca generar conciencia, debate y sobre todo, abrir un espacio de participación para la ciudadanía, expertos en el tema, defensores del bienestar animal y del arte taurino.
“Chihuahua se ha caracterizado por mantenerse a la vanguardia en materia legislativa enfocada al bienestar animal: contamos con la tipificación de los delitos en contra de los animales de compañía, la prohibición de peleas de perros, la prohibición de espectáculos itinerantes con animales marinos y la prohibición de espectáculos circenses con animales vivos”, refirió Carrera Chávez.
Por su parte, el coordinador del Grupo Parlamentario de Acción Nacional (GPPAN), diiputado Alfredo Chávez Madrid precisó que no se pueden prohibir las corridas de toros porque representan una práctica cultural y económica.
Destacó que se encuentra “totalmente abierto al análisis y debate para poder escuchar las diversas opiniones que se tienen al respecto y, en base a ello, lograr un consenso para poder adecuar las leyes que sean necesarias”.
De acuerdo con archivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la tauromaquia ha sido considerada a lo largo de la historia un arte que desde 1535 fue instaurada en la Nueva España, en lo que hoy es el Zócalo de la Ciudad de México.
La tauromaquia fue instaurada por los españoles en la época de la conquista, esto sin contar con toreros profesionales en la fiesta de San Hipólito, celebrada el 13 de agosto. Actualmente, la tauromaquia es una tradición en torno a la cual se han generado opiniones divididas, pues mientras unos refieren que esta es un arte otros movimientos anti-taurinos y animalistas buscan conseguir su prohibición por considerarla una actividad anacrónica, en decadencia y que vulnera los “derechos de los animales”.
Al respecto, el torero Pepe Murillo fundador y presidente actual de la Peña Taurina «Manuel Capetillo» expresó que la “la prohibición de las Corridas de Toros nos ha afectado bastante pues muchas personas que estamos alrededor de la fiesta brava salimos perjudicadas debido a las fuentes de empleo que se cierran al prohibir este espectáculo que de maltrato animal pues no lo veo debido a que los toros de Lidia son criados con la mejor alimentación y los mejores cuidados que puede tener un animal”.
“Un animal que se consume en el rastro normalmente vive un año, lo destetan a los ocho meses, les dan tres meses de comer y posteriormente lo llevan al rastro para sacrificarlo. En cambio en el caso del toro de Lidia, este es una raza única que sin los cuidados y la atención que se le otorga por el arte taurina correría el riesgo de extinguirse”, de ahí la relevancia de proteger la fiesta brava, indicó Pepe Murillo.
En referencia a los toros de Lidia, las ganaderías que se dedican a criar este tipo de raza de toros, le otorgan al animal cuidados especiales, donde se le prové de los mejores alimentos así como su estadía en los mejores campos para que crezca y se desarrolle de manera plena, muy diferente a la que recibe el ganado en los ranchos y centros de engorda donde su período de vida es muy corto.
“Un toro de Lidia vive entre tres y cinco años de edad hasta que llega a la Plaza de Toros para ser lidiado y sacrificado para su consumo, tal como ocurre con el ganado que es sacrificado en los rastros. No obstante, la diferencia es que el toro muere con dignidad peleando por su vida en una Plaza de Toros, donde puede ser indultado para vivir como semental dando continuidad con una vida de calidad”, detalló el torero.
En este sentido, Pepe Murillo refirió que así como hay gente que le gusta disfrutar de la fiesta brava y de otros espectáculos, hay personas que no les gusta, pero se debe de respectar el derecho de cada quien de disfrutar el arte que a cada quien le guste, sin tener que llegar a la prohibición, “sí un espectáculo no te gusta, simplemente no vas y ya”.
“No quiero pensar en el día que se nos llegue a prohibir comer carne por considerarlo un acto de crueldad animal, siendo que desde toda la vida hemos utilizado a los animales como alimento, y más en el caso de los toros de Lidia, cuya carne es de mejor calidad que la del ganado que es sacrificado en los rastros municipales y que su período de vida es corto y donde no tienen espacio ni para caminar, solo los tienen comiendo, engordandolos incluso con clembuterol a la mayoría para ser sacrificados en el menor tiempo posible”, enfatizó.
La diferencia entre el toro de Lidia y el ganado de engorda es que el primero es un animal bravo, al igual que los gallos de pelea, cuya naturaleza es pelear y no los creamos nosotros, sino es parte de su naturaleza, y es algo que al final del día se transforma en arte, pues las corridas de toros, no solo es el espectáculo dentro de la Plaza, sino es todo en su conjunto, es música, danza, gastronomía, pintura, pasando por la poesía y terminando por la música, ese arte que desde que era pequeño le fue inculcado por su abuela, de ahí nace mi amor por la fiesta brava.
Solo en la Ciudad de México, la fiesta brava en términos directos deja una derrama económica superior a los 15.5 millones de pesos directa e indirectamente, generando un aproximado de 475 empleos directos y cerca de ocho mil indirectos, refirió la Secretaría de Desarrollo Económico.
A nivel nacional, la industria del toro genera 80 mil puestos de trabajo directos y nos 140 mil indirectos, informó el presidente de Tauromaquía Mexicana, José Saborit. Mientras que en el estado de Chihuahua la actividad taurina es mínima en los últimos diez años menos de cuen toros de Lidia han sido toreados en la “Plaza de Todos”, esto de acuerdo con el empresario Enrique Valles Zavala.