Manifestación en exigencia de justicia para la niña Samantha.
Manifestación en exigencia de justicia para la niña Samantha.

En Tulancingo, la marcha más reciente reunió más de 500 personas en demanda de justicia para la niña Samantha.

La mañana del domingo, más de 500 personas se movilizaron por el centro histórico de Tulancingo exigiendo justicia para la pequeña Samantha «N», de tan solo siete años, quien fue víctima de un trágico asesinato.

Samantha perdió la vida el miércoles pasado debido a múltiples heridas de bala en el abdomen, recibidas mientras viajaba como pasajera en el auto de un familiar. El vehículo fue atacado por un individuo identificado como Luis Esteban Islas Aguilar, quien también hirió gravemente al tío de la niña, Diego Martínez Cadena, actualmente hospitalizado en el Hospital General de Pachuca.

La marcha, convocada por la Colectiva Feminista Mujeres del Tule, tenía como objetivo demandar justicia para Samantha y denunciar la insensibilidad de las autoridades locales. Los familiares de Luis Esteban, al ser detenido, difundieron en redes sociales mensajes arrogantes sobre su supuesta influencia y conexiones con el alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado, quien incluso organizó un festival por el Día del Niño, minimizando la tragedia. Las activistas reprocharon la falta de apoyo de Márquez hacia la familia de la niña desde el momento del crimen.

La marcha inició temprano desde el Jardín de la Floresta de Tulancingo. Con semblantes serios y lágrimas en los ojos, los familiares de Samantha, activistas y vecinos marcharon en silencio mientras coincidían con el desfile de personajes infantiles contratados por el edil para celebrar el Día del Niño. Las pancartas mostradas durante la marcha exigían justicia para Samantha y denunciaban la ausencia de la niña en el «festejo» del alcalde.

El trágico incidente ocurrió cuando Samantha y su tío viajaban en un auto Fiesta verde hacia su hogar en la colonia Pedregal de San José. En la carretera México-Tuxpan, un Mercedes Benz gris conducido por Luis Esteban Islas los interceptó, realizando disparos que causaron la muerte de la niña y graves heridas a Diego. A pesar del ataque, el conductor logró llegar a casa y trasladar a Samantha y a Diego al Hospital General de Tulancingo, donde la niña falleció minutos después. La captura de Luis Esteban se llevó a cabo horas más tarde, pero inicialmente no fue detenido por el crimen de Samantha.

Los familiares de la niña, temiendo su posible liberación, organizaron una manifestación en la carretera México-Tuxpan, bloqueando la circulación y exigiendo la presencia del encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo. Tras siete horas de bloqueo, se confirmó la emisión de una orden de aprehensión contra Luis Esteban por homicidio doloso calificado. Aunque el proceso judicial continúa, la familia de Samantha sigue exigiendo justicia.

Después de la manifestación y el bloqueo en la carretera, la familia de Samantha mantuvo su postura firme, asegurando que no abandonarían su lucha por la justicia. A pesar del inmenso dolor por la pérdida de la niña, se mantuvieron firmes en su demanda, decididos a no ceder hasta que se hiciera justicia por lo ocurrido.

La movilización de la comunidad y el apoyo de las organizaciones feministas pusieron en evidencia la necesidad de una respuesta adecuada por parte de las autoridades. La presión pública fue fundamental para lograr que se emitiera la orden de aprehensión contra el responsable del asesinato de Samantha.

A medida que avanza el proceso judicial, la familia de la niña continúa buscando respuestas y justicia. El caso ha generado indignación y conmoción en la comunidad, y se espera que se haga justicia por la vida de Samantha, una niña inocente cuyo futuro fue truncado de manera violenta y sin sentido.

El proceso judicial avanza con la esperanza de que se haga justicia por la vida de Samantha. La comunidad sigue exigiendo respuestas claras y acciones contundentes para prevenir futuros actos de violencia.

La tragedia de Samantha ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia contra las mujeres y niñas en todas sus formas. Es crucial que se implementen medidas efectivas para proteger a los más vulnerables y garantizar que los responsables de estos crímenes enfrenten las consecuencias de sus acciones.

Mientras tanto, la memoria de Samantha vive en la lucha por la justicia y en el llamado a la acción para construir un mundo donde todas las niñas puedan crecer seguras y protegidas. Su historia no debe ser olvidada, sino recordada como un símbolo de la lucha contra la violencia de género en México y en todo el mundo.

La comunidad continúa unida en su clamor por justicia para Samantha, manteniendo viva su memoria y su legado. La movilización social ha demostrado el poder de la solidaridad y la determinación en la búsqueda de un mundo más justo y seguro para todas las niñas y mujeres.

En medio del dolor y la indignación, surge un llamado a la acción para erradicar la violencia de género en todas sus manifestaciones. Se necesita un compromiso firme de parte de las autoridades, la sociedad civil y todos los sectores de la sociedad para garantizar que casos como el de Samantha no vuelvan a repetirse.

La lucha por la justicia de Samantha sigue adelante, impulsada por el amor y la valentía de su familia, así como por el apoyo de una comunidad decidida a no quedarse en silencio frente a la injusticia. Que su memoria nos inspire a seguir trabajando juntos en la construcción de un mundo donde todas las niñas y mujeres puedan vivir libres de violencia y con pleno respeto a sus derechos humanos.