Por: La Redacción.

Ciudad de México., a 4 de noviembre del 2023.- El Informe del Programa de Naciones para el Medio Ambiente alertó que el impacto del cambio climático se acelera frente al déficit de financiación para las medidas de adaptación que supera al menos en un 50% derivando carencias financieras principalmente en los países en desarrollo.

En el informe, por el que se analizan los avances en materia de planificación, financiación y ejecución de medidas de adaptación, se concluye que las necesidades de financiación para la adaptación de los países en desarrollo equivalen a un valor de entre 10 y 18 veces mayor que los fondos públicos internacionales, lo que supone un aumento de más del 50% con respecto a las estimaciones previas.

Los costos modelizados de la adaptación en los países en desarrollo se estiman en 215.000 millones de dólares anuales en esta década (2021-2030). La financiación necesaria para ejecutar las prioridades nacionales de adaptación se estima en 387.000 millones de dólares anuales.

A pesar de esta cuantiosa brecha, los flujos de financiación pública multilateral y bilateral para la adaptación de los países en desarrollo disminuyeron un 15%, hasta los 21.000 millones de dólares en 2021. Como resultado de las crecientes necesidades de financiación de la adaptación y de los fluctuantes fondos de inversión, el actual déficit de financiación de la adaptación se estima en la actualidad entre 194.000 millones y 366.000 millones de dólares anuales. Al mismo tiempo, la planificación y la implementación de la adaptación parecen estar estancadas. Esta falta de adaptación agrava la crisis climática e implica enormes pérdidas y daños, en particular para las personas más vulnerables.

En el Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023 se identifican siete vías para aumentar la financiación, entre las que figuran: el gasto nacional y la financiación procedente del sector privado y la comunidad internacional. Otras vías son las remesas, el aumento y la adaptación de la financiación destinada a las pequeñas y medianas empresas y una reforma de la arquitectura financiera internacional. Asimismo, el nuevo Fondo de Pérdidas y Daños también tendrá que avanzar hacia mecanismos de financiación más innovadores para alcanzar la cantidad de inversión necesaria.