En Estados Unidos, de costa a costa, las tormentas de nieve seguirán este fin de semana, con advertencias de 5 a 9 pulgadas.
En Estados Unidos, de costa a costa, las tormentas de nieve seguirán este fin de semana, con advertencias de 5 a 9 pulgadas.

Estados Unidos, en estado de alerta ante el embate inmisericorde de las tormentas invernales que han dejado una estela de más de 40 vidas perdidas, según informes del Sistema Nacional de Meteorología. La nación norteamericana se encuentra en la encrucijada de una serie de explosiones árticas que se desplegarán en el corazón y este del país.

Desde Oregón hasta Tennessee, incluyendo Nueva York y Michigan, una implacable sucesión de tormentas de hielo ha transformado las carreteras en verdaderas trampas mortales, desencadenando caos y tragedias. La Gran Manzana, que apenas el martes vivió su primera nevada en más de dos años, permanece en alerta máxima mientras el Servicio Nacional de Meteorología emite advertencias de acumulaciones de nieve de 3 a 5 pulgadas (7.6 a 12.7 centímetros) para el viernes, afectando tanto al estado como a Nueva Jersey y Pensilvania.

El jueves, un incidente en Rochester, Nueva York, puso de manifiesto la peligrosidad de las condiciones meteorológicas, cuando una aeronave de American Airlines se deslizó fuera de una pista de taxi cubierta de nieve tras su vuelo desde Filadelfia. Afortunadamente, no se reportaron heridos.

En la Costa Oeste, la gobernadora de Oregón declaró una emergencia estatal ante los severos impactos que varios condados han experimentado durante el sexto día consecutivo de lluvia helada. Mientras tanto, Tennessee enfrenta una nueva capa de hielo después de una tormenta mortal que dejó al menos 14 víctimas y cubrió el estado con más de 9 pulgadas (23 centímetros) de nieve en partes de Nashville. Las temperaturas en picada generaron la mayor demanda de energía registrada en los siete estados atendidos por la Autoridad del Valle de Tennessee.

La lluvia helada del jueves complicó aún más la situación, añadiendo una fina capa de hielo en algunas áreas antes de otro descenso esperado de temperaturas durante el fin de semana. Cierres de escuelas, oficinas gubernamentales y la suspensión de actividades legislativas estatales fueron algunas de las medidas tomadas para hacer frente a la adversidad.

En el oeste de Nueva York, las gélidas condiciones cobraron tres vidas en tan solo tres días. Mientras tanto, en Pensilvania, cinco personas perdieron la vida atropelladas por un camión remolque en la Interestatal 81 después de salir de sus vehículos tras otro accidente en pavimento resbaladizo. En Kansas, la muerte de un joven de 18 años está siendo investigada después de ser encontrado en una zanja cerca de donde su vehículo quedó atrapado en la nieve.

Los meteorólogos advierten de hasta 8 pulgadas de nieve en partes del sureste de Michigan el viernes, con nieve húmeda de moderada a intensa durante la tarde y la noche, seguida de lluvia a medida que las temperaturas suben durante la noche. En el Pacífico, una tormenta del Pacífico está generando condiciones climáticas adversas en el noroeste de Estados Unidos, con lluvia helada y formación de hielo en la garganta del río Columbia, así como fuertes nevadas en las cascadas de Washington.

Adicionalmente, se pronostica otra explosión ártica que se extenderá por gran parte del centro y este de Estados Unidos, intensificando aún más las bajas temperaturas y las condiciones invernales extremas. La nación se encuentra en vilo, enfrentando una encrucijada climática que demanda precaución y solidaridad en medio de este desafiante episodio invernal.

Esta oleada implacable de tormentas invernales ha sumido a Estados Unidos en un escenario crítico, donde la naturaleza muestra su fuerza despiadada, dejando tras de sí un rastro de desolación y tragedia. La situación se torna más apremiante al considerar que más de 40 vidas han sucumbido a las inclemencias climáticas en la última semana.

En el noroeste de Estados Unidos, la tormenta del Pacífico desata su furia, generando condiciones climáticas adversas con lluvia helada y la formación de hielo en la garganta del río Columbia, además de fuertes nevadas en las cascadas de Washington. Esta región, generalmente templada, se ve desafiada por un escenario inusual que pone a prueba la resiliencia de las comunidades locales.

El anuncio del Servicio Nacional de Meteorología sobre la inminente explosión ártica que se extenderá por el centro y este del país agrega un capítulo adicional a esta crónica invernal. Este fenómeno amenaza con intensificar aún más las ya extremas condiciones invernales, elevando la urgencia de medidas preventivas y de seguridad.

Las consecuencias de estas tormentas heladas se manifiestan de diversas formas, desde incidentes de tráfico hasta situaciones de emergencia estatal. En Nueva York, la metrópoli que recientemente se deleitó con su primera nevada en dos años, ahora se encuentra en alerta, con el peso de las predicciones de nieve que oscilan entre 3 y 5 pulgadas, extendiéndose hacia Nueva Jersey y Pensilvania.

En el ámbito aéreo, el incidente en Rochester, Nueva York, donde una aeronave de American Airlines se deslizó fuera de la pista de taxi nevada, destaca la delicada situación de los viajes durante estas condiciones adversas. Afortunadamente, no se reportaron heridos en este episodio, pero sirve como recordatorio de los riesgos asociados con la movilidad en medio de un clima implacable.

Mientras los habitantes del país enfrentan la adversidad, la solidaridad y la precaución se elevan como imperativos ineludibles. La pérdida de vidas, algunas de ellas presumiblemente de personas sin hogar, subraya la necesidad de un enfoque compasivo y proactivo para proteger a los más vulnerables en esta situación crítica.

Estados Unidos, en su vastedad geográfica, se ve desafiado por la crudeza de la naturaleza, recordándonos la importancia de la preparación y la unidad en tiempos de crisis. La atención se centra ahora en cómo las comunidades, autoridades y ciudadanos se unirán para afrontar y superar esta serie de tormentas invernales que han marcado una página inolvidable en el capítulo invernal del país.