La conferencia de prensa de este viernes 24 de noviembre se celebró en la comunidad de Santa Lucía del Camino, que forma parte de la zona metropolitana de la capital Oaxaca.
Aunque, en principio, la conferencia se preparó para dar cuenta de los avances en materia de seguridad pública en Oaxaca y el resto del país y esa fue la lógica que siguieron las presentaciones hechas al inicio de la conferencia por la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez, el secretario de la Defensa, general Luis Crescencio Sandoval y el gobernador Salomón Jara, electo con el apoyo de la coalición que sostiene al propio López Obrador, la realidad se impuso.
Poco después de las 8:40, el presidente fue cuestionado sobre el más reciente episodio de violencia en el municipio de Tlaxiaco, ubicado a poco menos de 100 kilómetros al poniente de la capital Oaxaca, en el corazón de la así llamada Mixteca.
Ayer 23 de noviembre, por ahí de las cuatro de la tarde, cinco personas fueron asesinadas en Tlaxiaco, entre ellas se encontraba Ramón Cruz Murillo, hermano de la directora de cine Ángeles Cruz Murillo, realizadora entre otras cintas de Nudo Mixteco.
Otras víctimas de los hechos de sangre en San Miguel El Grande, fueron José Luis Daniel Calvo Tapia y Minyak Omar Moreno Plascencia, quienes se desempeñaban como elementos de la Agencia Estatal de Investigación de Oaxaca.
A pesar de ello, López Obrador dijo que el asesinato de “cuatro o cinco personas” era resultado de un “problema entre comunidades”, aunque no explicó qué clase de problema era. Tampoco dio cuenta del hecho que Tlaxiaco ha vivido de manera recurrente episodios de violencia que los distintos gobiernos federales y de Oaxaca han minimizado como él mismo hizo hoy.
En total, desde 2017, han muerto en hechos de violencia ahí un mínimo de 15 personas y otras cuatro habrían resultado heridas, aunque esos sólo son los datos que se pueden derivar de la información publicada en algunos medios, por lo que es posible que la violencia en esa comunidad de Oaxaca sea mayor.
Hace un mes, el 18 de octubre, un grupo armado asesinó a Rodolfo López Guadalupe, quien era el síndico de San Martín Itunyoso, municipio de Tlaxiaco. Además de atacarlo a él, lo hicieron contra un número no determinado de miembros de su familia. Los hechos fueron descritos por la prensa local oaxaqueña como “una emboscada” en la que, además, los asesinos quemaron la camioneta en la que viajaba López Guadalupe y su familia.
En julio de 2023, el cadáver de Gustavo Rodríguez, vecino de Tlaxiaco, fue encontrado flotando en uno de los ríos cercanos a Tlaxiaco.
En abril de este año, una persona identificada como profesor de una escuela secundaria de Tlaxiaco, fue asesinado. No se cuentan con mayores datos sobre este asesinato, salvo que el ahora difunto, además de ser profesor, era miembro de la sección 22, la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Hace poco más de un año, en octubre de 2022, el grupo musical Banda Tierra Sagrada fue víctima de un atentado. Dos individuos dispararon contra el autobús que transportaba a ese grupo musical rumbo a la capital del estado. Nadie murió y sólo uno de los músicos del grupo resultó con heridas leves.
Tres años antes, en enero de 2019, tanto el presidente municipal de Tlaxiaco, Alejandro Aparicio Santiago, como el síndico Perfecto Hernández Gutiérrez, recibieron disparos de arma de fuego que eventualmente les costarían la vida a ambos.
Ambas autoridades acababan de tomar posesión de sus cargos, cuando—como es la costumbre en algunos municipios de la Mixteca—el cabildo recién instalado recorría las calles de la localidad, luego de participar en la ceremonia en que habían sido investidos con sus nuevas atribuciones el día de Año Nuevo.
Otras tres personas, incluida una regidora, resultaron heridas en ese episodio que estuvo precedido, dos años antes, en 2017, por el asesinato de Oscar Espinoza Coraza, yerno de Alejandro Aparicio, quien en ese entonces era diputado federal.
Luego de hablar sobre los “problemas de comunidades” en Tlaxiaco, López Obrador recibió preguntas sobre las actividades políticas de sus familiares. Como ya es costumbre en estos casos, López Obrador se dijo víctima de una campaña en su contra, aunque en este caso quien hizo los señalamientos fue Hernán Gómez Bruera, autor del libro Traición en Palacio: El negocio de la justicia en la 4T, quien señala al primogénito de AMLO por esa supuesta traición en la administración y procuración de justicia.
Aunque López Obrador dijo que no demandará a Gómez, explicó su decisión en la lógica de la desconfianza al Poder Judicial contra el que, previamente, había lanzado una vez más las acusaciones que ya son costumbre y que le llevaron a remachar la idea de que presentará una iniciativa para reformar al Judicial.
En ese sentido, una hora antes, por ahí de las ocho de la mañana, había aceptado que se equivocó al presentar candidatos a ministros pues, según dijo “actuaron como conservadores”.
El enojo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo justificó este viernes luego de la decisión del Poder Judicial de devolverle a Emilio Lozoya la propiedad de una de las mansiones que se le incautaron cuando fue arrestado por la Fiscalía General de la República.
En otros asuntos, el presidente celebró el arresto de uno de los narcotraficantes más señalados tanto por sus nexos con la familia de Joaquín Guzmán Loera, como por su papel como incitador de la violencia en México, Néstor Isidro Pérez Salas, a quien algunos identifican con el sobrenombre de El Nini.